Introducción


Los impulsos y sentimientos de los seres humanos no solamente suelen ser influenciados por las situaciones vividas en cada momento, sino que existen otros muchos factores que afectan los estados emocionales. Por ejemplo, la influencia de los colores y el entorno cromático en nosotros tiene un gran impacto.
La psicología lo es todo en nuestra vida, principalmente porque todo lo que vemos, escuchamos y sentimos pasa por nuestro órgano pensante. Nuestros ojos por sí solos no pueden ver, y en el cerebro hay un área específica para la visión, que es el lóbulo occipital. Sin embargo, ésta no es la única región del cerebro que está involucrada en los procesos de la visión, pues desde la corteza occipital se manda información a otras partes, como el lóbulo frontal o el tálamo.


Es por eso que el color es capaz de estimular o crear alegría o tristeza. Los colores pueden hacernos sentir enérgicos o relajados, favorecen sensaciones térmicas de frío o de calor, y también nos hacen percibir orden o desorden. Aunque la percepción del color es un proceso individual y subjetivo, los factores culturales también influyen en cómo el color nos afecta. Por ejemplo, algunos colores se identifican con lo masculino y con lo femenino, y otros con lo romántico.
Por este motivo nació lo que se conoce como la psicología del color, que es un campo de estudio que está dirigido a analizar cómo percibimos, nos sentimos y nos comportamos ante distintos tonos, brillos e intensidades del color.

¿Sabías que el color tiene un efecto patente en nuestras emociones?
Si te dicen que ves el mundo de color de rosa seguro que eres una persona muy optimista.
Cuando hablamos del platónico príncipe azul, aludimos a esa pareja perfecta imaginaria que nos hará feliz.

Cómo cambiar tu estado de ánimo automáticamente usando los colores
La visión es, pues, un complicado y formidable sentido, que tiene la habilidad no sólo de detectar la luz sino también de darle un significado. La visión es propia de los hombres y animales con un sistema especial llamado sistema visual. La primera parte de ese sistema se encarga de formar la imagen óptica en la retina (sistema óptico), donde sus células son las responsables de procesar la información. Las primeras en intervenir son los los conos y los bastones que capturan la luz que incide sobre ellos. Otras células de la retina se encargan de transformar dicha luz en impulsos electroquímicos y en transportarlos hasta el nervio óptico. Desde allí, se proyectan al cerebro. En el cerebro se realiza el proceso de formar los colores y reconstruir las distancias, movimientos y formas de los objetos observados.

Las células sensoriales de la retina reaccionan de forma distinta a la luz y a su longitud de onda. Los bastones se activan en la oscuridad, y sólo permiten distinguir el negro, el blanco y los distintos grises. Los conos sólo se activan cuando los niveles de iluminación son suficientemente elevados.
Los conos captan radiaciones electromagnéticas, rayos de luz, que más tarde darán lugar a impresiones ópticas. Los conos son acumuladores de cuantos de luz, que transforman esta información en impulsos eléctricos del órgano de la vista que permiten formar el espectro completo de luz visible.
Es en el cerebro donde se realiza el proceso de formar los colores y reconstruir las distancias, movimientos y formas de los objetos observados.
El hecho de que nuestros estados de ánimo y emociones cambien ante la influencia de los colores a veces no se comprende bien. Tratar de explicarlo no es tampoco fácil ¿por qué y cómo afecta el color a las personas y por qué tiene lugar tan extraño fenómeno?. El simple gesto de entrar en una habitación y sentirnos irritados de repente sin que haya ocurrido nada en las interacciones sociales que produzca dicha reacción, parece algo paranormal. Se trata de lo que los científicos llaman la psicología del color.

Nuestra existencia está cubierta con colores: los maravillosos colores de la naturaleza, los colores de los objetos de nuestro hogar, los colores de la ropa, los colores de las paredes de las habitaciones, los colores de los edificios, los colores de los automóviles y diferentes vehículos en los que viajamos, los colores de libros, revistas, documentos, los colores de las escenas de las películas y de las series de televisión, las luces de colores de los fuegos artificiales en las fiestas, los colores de los adornos y los regalos de Navidad, o los colores de las flores que ofrecemos a nuestros seres queridos en sus aniversarios.


Todas estas son representaciones de diversos momentos en los que nos encontramos con colores nos ponemos en contacto con sus efectos. Por ello, resulta útil saber cuales son los efectos de cada color sobre el ser humano.

Que los colores ejercen influencia sobre nuestras emociones es un hecho conocido desde tiempos inmemoriales. Los pueblos antiguos consideraban que tras ellos existía una energía natural que afectaba a las personas.
La realidad es equivalente a la explicación científica: al ser el color luz y energía que captan nuestros órganos de los sentidos, dicha información estimula el cerebro, totalmente conectado con los ojos, o sea por la retina-prisma.
La influencia de los colores en nuestro sistema nervioso es muy compleja, pero sin duda apunta a una realidad: el color es otro aspecto del mundo que nos rodea, y el ser humano esta constantemente bajo el impacto por su entorno. Captamos las diferencias cromáticas con la retina y luego esto pasa por el prisma de nuestra subjetividad. Esta es, pues, la forma en que el color afecta a las personas.

Para comprender por qué nos afecta la graduación cromática hay que buscar de una definición básica: ¿qué son los colores?

Debemos saber primero que, cuando la luz blanca pura pasa por un prisma, esta se descompone en colores visibles. Cada una de estas impresiones tiene una longitud de onda y pueden combinarse entre si para dar lugar a nuevos colores. Pues bien sepamos que la retina de nuestros ojos funciona exactamente igual que un prisma que capta tal información. Estas impresiones desencadenan estados diversos en el organismo: tristeza, alegría, excitación, rabia, entre otros.

La explicación de este fenómeno es mucho más profunda pues implica no solo un conjunto de estímulos eléctricos y una respuesta incondicionada. La mente humana es muy compleja y toda nuestra evolución social nos ha llevado a desarrollar un plano psicológico importante que pasa por valores, creencias, tradiciones, etc. La simbología, definida desde la cultura, nos hace dotar a los colores de significados.

Es precisamente la interacción entre nuestro sistema nervioso dando respuesta a señales físicas y el caudal de símbolos que hemos heredado de la sociedad lo que resulta en una psicología del color, esto es: cada color afecta nuestras emociones y estados de ánimo de una manera especial y distinta.






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Colores y Emociones